viernes, 16 de marzo de 2012

Adiestramiento del Oído Mediante la Composición

Al mirar una obra de arte se debe tratar de captar su significado, tratar de entender lo que el compositor desea expresar con esa obra y no dejar que la mente divague hacia temas relacionados, esta capacidad es aun más difícil con la música, donde es difícil para un oído no entrenado el captar los detalles de la obra.

El primer paso para la comprensión es recordar, cuando una persona disfruta de una obra musical, la canta o la silva, pero eso no es suficiente, también es necesario adiestrar el oído y para eso hay que someterlo lo más que se pueda a la audición de música seria. Un oído adiestrado tiene su valor, pero ese valor disminuye si primero se abren las puertas al sentido de la audición que al del pensamiento musical.

La gran pregunta es: ¿Por qué enseñar composición?, el objetivo de la enseñanza de la composición no es el de crear muchos compositores indeseables que no están dotados para la creación y no tienen un impulso de esta clase, sino para que utilicen el conocimiento como cultivo de sensibilidad musical, todo buen músico debe someterse a éste adiestramiento porque para comprender los detalles musicales de una obra es necesaria una preparación completa.

La armonía, el contrapunto, la forma, dan esa preparación. La armonía da la base teórica, el contrapunto desarrolla la capacidad de escuchar más de una voz al mismo tiempo y la función principal de la forma es darnos una mejor comprensión, ya que las formas son entidades destinadas a expresar las ideas de manera inteligible, y apreciamos más las cosas que entendemos. La forma no tiene por objetivo la belleza, pero al facilitar la comprensión la produce.

La organización ayuda al oyente a formar una idea, seguir su desarrollo, su crecimiento, su elaboración, su destino, y la composición ejercita el oído, ayudando así a la comprensión de las ideas musicales. Estos son aspectos importantes que ayudan al compositor a expresar sus ideas y también a entender las de otros compositores.

Lo que se debe destacar es que el estudio de la composición no da el derecho de juzgar las obras, la única finalidad es la de ayudar a comprender mejor la música, tan solo ha de proporcionar placer, el equilibrio entre el goce que se espera recibir de la música y el que se obtiene.

El Estilo y la Idea
Arnold Schoenberg

martes, 13 de marzo de 2012

La Improvisación

El maestro Mariano Etkin en su entrevista sobre su obra “Vasos Comunicantes” habla sobre el rechazo a la improvisación, este rechazo nace de la disconformidad con el resultado que obtenía de los intérpretes cuando estos debían improvisar, el maestro opina que los intérpretes no son compositores y por lo tanto las decisiones que estos puedan tomar no son las más adecuadas para la obra. Pero se podrá prescindir de la improvisación, la historia de la música nos muestra una larga tradición de improvisación e incluso en la música actual como el rock y en especial el jazz la improvisación es la parte más importante en el desarrollo de estas.
Pero qué es la improvisación y por qué es tan importante para muchos y tan innecesaria para otros, el problema es entender a la improvisación como una “Reorganización Espontanea” o para entenderlo mejor una “Reorganización de algo que ya existe”, en la música popular moderna esa reorganización se da en las escalas y patrones que se utilizan y en la música “clásica o seria” dentro de parámetros establecidos por el compositor o por el estilo de la obra.
La improvisación es un lenguaje y como todo lenguaje es capaz de aprenderse, no es un don divino que solo algunos obtienen, en un principio es aprendida por imitación como cuando un niño aprende a hablar, sus primeras palabras son una imitación de las que escucha de sus padres y a medida que pasa el tiempo estas palabras empiezan a tener un significado, una relación entre ellas, de esta manera un niño empieza a formar oraciones y frases aun sin haber estudiado el lenguaje, pero con el estudio aprendemos no solo a pronunciar las palabras sino también las letras que la conforman, aprendemos a deletrearlas y escribirlas y para complicarlo un poco más aprendemos su significado y como se usan en una oración.
Creo que la improvisación gusta tanto a muchas personas porque estas pueden presenciar como la obra es creada en ese momento, ser testigos de la capacidad creadora del hombre, del nacimiento del arte frente a sus ojos por así decirlo. Pero el problema de los intérpretes a los que se les pide que realicen algún tipo de improvisación es que desconocen este lenguaje y hacen lo que está dentro de sus capacidades con las pocas herramientas que tienen en ese momento, es como alguien que va a un país extranjero y no conoce el lenguaje del lugar con excepción de un puñado de palabras, esa persona va a gastar esas palabras, abusar de ellas y hasta mal usarlas en menos de un minuto, sin mencionar el esfuerzo que le va a costar combinarlas coherentemente. Sin embargo si se tuviera un vocabulario más amplio, simplemente sería más relajado y se podría hablar, se podría improvisar lo que se quisiera decir.
Concluyendo, creo que el problema no está en la improvisación, sino en los intérpretes y como estos abordan la pieza, con qué recursos y capacidades, de qué manera el compositor explica los parámetros dentro de los que se requiere que se improvise y como desea el resultado final. Porque si el compositor tiene claro lo que desea, sería mucho más simple que lo escriba.

El Corazón y el Cerebro en la Música

Esta dentro de la naturaleza del ser humano el ser emocional y dejar que los sentimientos dicten los actos de su ser, aunque muchas veces esas decisiones tomadas por el corazón no sean las correctas o no lleguen a concluir lo que se empezó porque fueron fruto de la emoción. Por otro lado, también es propio del ser humano el querer tener el control del entorno en el que se encuentra, este control le proporciona seguridad, pero para lograr el control se necesita del conocimiento proporcionado por la búsqueda, la investigación y la experimentación, etc.
En la composición musical las ideas que puedan venir de la inspiración o las emociones podrán ser magníficas pero llegan a un punto en que la inspiración se termina, es en ese instante en el que muchas composiciones mueren por no poseer los recursos necesarios para seguir desarrollándose. Así también las composiciones que provengan del razonamiento podrán seguir un plan específico, tener un principio, un desarrollo y un fin pero al no contar con la emocionalidad esa obra aunque nos sorprenda parecerá fría o inexpresiva, como si fuera un ejercicio matemático.
La combinación de los aspectos emocionales y cerebrales en la composición musical es la respuesta correcta, así las ideas emocionales podrían tener un desarrollo completo y las composiciones lógicas cobrarían vida.

El Estilo y La Idea
Arnold Schoenberg