martes, 13 de marzo de 2012

El Corazón y el Cerebro en la Música

Esta dentro de la naturaleza del ser humano el ser emocional y dejar que los sentimientos dicten los actos de su ser, aunque muchas veces esas decisiones tomadas por el corazón no sean las correctas o no lleguen a concluir lo que se empezó porque fueron fruto de la emoción. Por otro lado, también es propio del ser humano el querer tener el control del entorno en el que se encuentra, este control le proporciona seguridad, pero para lograr el control se necesita del conocimiento proporcionado por la búsqueda, la investigación y la experimentación, etc.
En la composición musical las ideas que puedan venir de la inspiración o las emociones podrán ser magníficas pero llegan a un punto en que la inspiración se termina, es en ese instante en el que muchas composiciones mueren por no poseer los recursos necesarios para seguir desarrollándose. Así también las composiciones que provengan del razonamiento podrán seguir un plan específico, tener un principio, un desarrollo y un fin pero al no contar con la emocionalidad esa obra aunque nos sorprenda parecerá fría o inexpresiva, como si fuera un ejercicio matemático.
La combinación de los aspectos emocionales y cerebrales en la composición musical es la respuesta correcta, así las ideas emocionales podrían tener un desarrollo completo y las composiciones lógicas cobrarían vida.

El Estilo y La Idea
Arnold Schoenberg

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